Leí esta historia en el libro Educar en Valores y el Valor de Educar, de Antonio Pérez Esclarín (2006, Editorial San Pablo, Caracas). Me pareció apropiado compartirla con ustedes:
"Cuentan que el fabulista Esopo estuvo un tiempo al servicio de Xantu. Un día, lo envió al mercado a que comprara lo mejor que hallara. Esopo fue y compró una lengua.
- ¿Eso fue lo mejor que encontraste?
- Sí, con la lengua podemos expresar amor, verdad, alabanza, ánimo...la lengua permite a los hombres comunicarse, entenderse.
Pasado un tiempo, el patrón volvió a enviar a Esopo al mercado y le pidió que, en esta oportunidad, le trajera lo peor que pudiera encontrar. Esopo fue y volvió con otra lengua.
- ¿Eso es lo peor que encontraste?
- Sin duda, con la lengua podemos calumniar, mentir, ofender, chismear, injuriar."
Pérez Esclarín reflexiona luego acerca de la importancia de la palabra:
"Las palabras son como seres vivos, capaces de hacer reir o llorar, de hundir o levantar, de aturdir o sublimar. La palabra es poder y por ello necesitamos una educación que le devuelva al pueblo su palabra, una palabra personal y responsable, como expresión de sus sentimientos, su cultura y sus valores".
Ciertamente, tendemos a subestimar el poder de nuestras palabras, minimizamos nuestra capacidad para comunicarnos y para expresar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. La próxima vez que consideres irrelevante la incidencia que tienen tus palabras en quienes te rodean, lee esta parábola y reflexiona al respecto.
Si se animan, dejen sus comentarios. ¡No se@n tímid@s!
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Bonito articulo, siempre dejando que decir sus cosas, primero cabe destacar que todo lo que está señalando el articulo es muy interesante; cómo la lengua puede ser tan útil y a la vez puede causarnos algunos problemillas, como muy bien señala "Sin duda, con la lengua podemos calumniar, mentir, ofender, chismear, injuriar."
ResponderEliminarLa lengua puede servirnos de mucho, haciendo buenas cosas y con el fin de expresar.
Pero hay que moderar el uso de la misma.
Saludos.
Juan Luís Medina.
Comunicación y Lenguaje (LUZ - COL)
Así es, Juan. La lengua es poderosa herramienta para construir y para destruir, especialmente en lo atinente a las relaciones interpersonales. De allí la importancia de reflexionar acerca de cómo nos comunicamos con quienes compartimos nuestra vida, sean amigos, hermanos, primos, padres, tíos, profesores, compañeros de trabajo, vecinos...
ResponderEliminarMi invitación es a usar la lengua para construir el mundo que soñamos, el que queremos y nos merecemos. Nada mejor que empezar por nuestro entorno íntimo, el más inmediato. Feliz día para ti.