martes, 18 de enero de 2011

Los marcadores del discurso

"Los marcadores del discurso son unidades lingüísticas invariables cuya función es señalar («marcar») la relación que se establece entre dos segmentos textuales. Estas unidades no ejercen función sintáctica alguna, sino que constituyen enlaces supraoracionales que facilitan la cohesión textual y la interpretación de los enunciados.

Los marcadores discursivos han sido uno de los aspectos más y mejor estudiados en la pragmática del español. De todos modos, su delimitación con respecto a los denominados conectores no siempre es clara. M.ª A. Martín Zorraquino y J. Portolés (1999) analizan los conectores como un subgrupo dentro de la categoría mayor marcadores del discurso. Otros lingüistas, en cambio, utilizan el término marcador con un sentido más restringido para designar las unidades que articulan el discurso oral, esto es, unidades que Martín Zorraquino y Portolés denominan marcadores conversacionales: D. Schiffrin (1987), por ejemplo, define los marcadores como elementos muy vacíos de contenido, a menudo monosílabos ([bien, ya, eh, etc.]), que adquieren sentido en la interacción conversacional.

Como características definitorias de los marcadores del discurso, M.ª A. Martín Zorraquino y J. Portolés (1999) describen las siguientes:

Desde un punto de vista prosódico, los marcadores se encuentran limitados como incisos por la entonación; en la escritura, esta entonación peculiar se refleja con frecuencia situando el marcador entre comas.

Morfológicamente, son unidades lingüísticas invariables, que pertenecen a diferentes categorías gramaticales (interjecciones como eh, adverbios como bien, locuciones adverbiales como por el contrario).

Sintácticamente, son unidades no integradas en la oración, con un grado de autonomía que varía para cada marcador (bueno puede aparecer independiente en un turno de habla; por el contrario es menos autónomo). A diferencia de las conjunciones, no presentan una posición fija (el marcador no obstante puede aparecer al principio, en medio o al final de un enunciado); en algún caso, de todos modos, es difícil documentar algunas de estas unidades en una posición que no sea la inicial del miembro discursivo que introducen (es el caso de a propósito, a saber, pues, entre otros). A diferencia de los adverbios que funcionan como complementos circunstanciales, no pueden recibir especificadores ni adyacentes complementarios. Otros rasgos sintácticos destacables son el hecho de no poder coordinarse entre sí o no admitir la negación.

Los marcadores pueden incidir en miembros del discurso que constituyen categorías léxicas y sintagmáticas muy diversas: desde situarse con nombres ([Muestra ilusión, imaginación y en definitiva arte]) a encontrarse con oraciones ([Me ha gustado la película. Los actores, en cambio, no han estado muy bien]).

Semánticamente, son elementos que no presentan un contenido referencial o denotativo, sino que muestran un significado de procesamiento: el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se han de efectuar del conjunto de los dos miembros discursivos que conectan."

Fuente: Centro Virtual Cervantes. Diccionario de términos clave de ELE.

Les recomiendo revisar el uso de los diferentes marcadores del discurso, pues les ayudará a organizar mejor sus textos, con un impacto positivo en la cohesión y coherencia de sus escritos. Para conocer algunos marcadores de texto y sus usos, haz click aquí.

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