sábado, 18 de febrero de 2012

Características del texto

He recibido la inquietud de uno de sus compañeros en cuanto a la aplicación de las características de un texto. Estas son corrección, adecuación, cohesión y coherencia.

Vamos a tratar de explicarlas con ejemplos sencillos:

1) Hablamos de CORRECCIÓN en el texto cuando este se ajuste a las normas de la lengua. Es decir, cuando respeta las normas de ortografía, el uso de los signos de puntuación y de las letras mayúsculas, la correcta aplicación de las normas de acentuación, de la sintaxis y de las reglas gramaticales. Un aviso que indique: "Proibido estasionar" es incorrecto, pues tiene serias faltas de ortografía. Lo correcto sería: "Prohibido estacionar". En la foto muestro otro ejemplo evidente de incorrección.
2) Nos referimos a la ADECUACIÓN cuando el texto se adapta a las diferentes situaciones comunicativas. Para ello, el autor debe prever cuál es el mensaje que desea expresar, el medio a través del que se va a comunicar, a quién va a dirigir lo que desea dar a conocer y ajustarlo según las diferentes alternativas que ofrece nuestra lengua. Por ejemplo, no es adecuado decirle a alguien cuando hablamos por teléfono: "Mira...", porque la persona no puede verte, sólo escucharte. Si vas a escribir un texto académico, debes usar un lenguaje más formal, con términos técnicos apropiados según el tema que se está tratando. No sería adecuado emplear palabras de uso coloquial. El caso contrario ocurre si hablamos con un familiar cercano: en esa situación es adecuado usar un lenguaje común, sin formalismos.

3) Cuando señalamos la COHESIÓN, esta no es más que garantizar que los diferentes elementos del texto se conecten y tengan relación entre sí, para facilitar la comprensión lectora. La cohesión mejora la fluidez y contribuye decididamente a la coherencia textual. Para ello se emplean varios mecanismos:

- Los sinónimos, hiperónimos, metáforas, eufemismos, etc., permiten sustituir términos para evitar la repetición innecesaria de palabras o para ampliar la capacidad expresiva. Por ejemplo, escribo puerco por cerdo (sinónimo); animales (hiperónimo) por gatos y perros (hipónimos); adulto mayor o persona de la tercera edad (eufemismo) por viejo; tierra del sol amada (metáfora) por Zulia. Estos mecanismos aprovechan las relaciones léxico semánticas entre significados y significantes, así como de los significados entre sí.

- Algunos elementos lingüísticos pueden emplearse para señalar o designar algo presente en el enunciado y no tener que repetirlo. Por ejemplo, si digo "La maestra llegó molesta. Ella reprendió a los estudiantes revoltosos y los envió a la dirección.", podemos identificar varios de estos elementos: El pronombre personal ella sustituye al sintagma nominal la maestra y se sobreentiende que es la misma persona; el grupo nominal los estudiantes revoltosos es sustituido por la forma pronominal átona los y continuamos comprendiendo que se refiere a los mismos sujetos. A esta función de dichos elementos se le denomina Deixis y cuando funcionan en ese marco se les denomina deícticos.

- En la elipsis se suprime algún elemento léxico del enunciado sin que se altere su sentido. Por ejemplo, si escribo: "María estaba desconsolado. Lloró toda la noche.", se entiende que quien lloró fue María y no otra persona, a pesar de que no coloqué ni su nombre ni el pronombre personal ella. La cercanía entre ambas oraciones y el contexto me permiten comprender que ambas son la misma. También se pueden eliminar acciones que son muy evidentes en una narración y quedan sobreentendidas. Por ejemplo, si escribo: "María salió de su casa y tomó el autobús", el lector asume sin que haya que decírselo que ella abrió la puerta de su casa, la cerró y caminó hasta la calle, pues son acciones requeridas para que pudiera trasladarse desde su vivienda hasta donde tomó el autobus.

- Finalmente, se encuentran los marcadores de discurso, que son palabras o locuciones que nos permiten organizar el texto, guiar al lector u oyente para que pueda interpretar de manera fluida las ideas que estamos expresando. Establece relaciones entre esas ideas, bien sea de causa o consecuencia, de adición de argumentos, entre otros. Ejemplos de marcadores del discurso: "Ella no vino pues estaba enferma"; "La reunión terminó en desastre; es decir, los asistentes acabaron por acusarse mutuamente e irse a los golpes"; "El tabaco afecta la salud no solo de los fumadores activos, también la de quienes se encuentran a su alrededor y aspiran el humo". Para a repasar lo referido a este tema, haz click aquí.

4) En cuanto a la COHERENCIA, no es más que garantizar que las ideas que expresamos en el texto estén relacionadas con el tema tratado o con uno de los aspectos de ese tema. Además, deben ser acordes con el contexto en que se introducen, con su intencionalidad y compatibles con otras ideas del texto. Si escribimos un texto expositivo acerca del lago de Maracaibo, no es lógico referirse a los osos polares, a menos que deseemos expresar que este hábitat no es compatible con la existencia de esta especie animal. No existe una relación directa entre ambos temas. Sin embargo, hay situaciones en las cuales precisamente esa incompatibilidad da pie para un texto. Un ejemplo es la noticia publicada hace décadas en el diario Panorama cuando fue descubierto un pingüino en la capital zuliana.

Para repasar acerca de las características textuales, he preparado una presentación, a la cual puedes acceder a través de este enlace.

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